Como cabía esperar, la igualdad y el respeto fueron las notas comunes del primer duelo protagonizado por el CD Manchego y el Real Avilés Industrial, en la eliminatoria por mantener la categoría en la Segunda RFEF. Tras el empate sin goles vivido en un espectacular Polideportivo Rey Juan Carlos I, todo queda pendiente para la vuelta, en el encuentro que se disputará el próximo domingo, desde las 18 horas, en el Estadio Román Suárez Puerta de la localidad asturiana.
Después de una primera mitad muy equilibrada y de tanteo mutuo, nuestro equipo daba un paso adelante en la segunda parte, en la que dominó a un rival que no arriesgaba arriba y que ponía sus cinco sentidos en mantener el orden defensivo y la posición sobre el césped. Los jugadores dirigidos por ‘Pato’ Graff tuvieron más el balón, propusieron mucho más y lo intentaron, pero finalmente no lograban batir la portería rival y deberán afrontar el choque de vuelta sin la ventaja que habría deseado obtener en este primer duelo, aunque con las espadas en todo lo alto.
En el caso de persistir el empate a goles en el segundo partido, se disputaría una prórroga de dos tiempos de 15 minutos, y si hiciera falta, una tanda de penaltis.
El partido estuvo marcado por las altas temperaturas, con la necesidad de realizar sendas pausas para hidratación en cada mitad. El calor fue sofocante e incluso el partido se tuvo que detener en dos ocasiones por los desmayos de dos aficionados, que afortunadamente se recuperaban sin mayores problemas.
MIL GRACIAS, AFICIÓN
El otro foco de atención en el ‘Poli’ estuvo en la grada, donde unas 3.000 personas apoyaron al equipo de manera incansable, a pesar de las duras condiciones meteorológicas. Desde el club no puede haber más que palabras de agradecimiento a toda la afición mancheguista, en el que era el último partido de la temporada en nuestra casa.
En los prolegómenos del encuentro nuestro prebenjamín Aarón García Marín, que se fracturaba el codo jugando un partido con su equipo el pasado viernes, realizaba el saque de honor y recibía el cariño de los aficionados.
Además, en el intermedio, nuestro presidente, José Juan Bedoya, recibía de manos del escritor Pedro Martín-Romo un ejemplar dedicado de su novela ‘La noche que nació de la tormenta’. Un bonito detalle de otro gran aficionado al club, que le agradecemos de corazón.
