Si habría que caer, que fuera de este modo. Un solitario gol del Real Avilés Industrial en la segunda parte (1-0) tumbaba las aspiraciones de permanencia en Segunda RFEF del CD Manchego, que desde ya ha puesto sus cinco sentidos en la próxima campaña para regresar a categoría nacional lo antes posible. Lo de ayer en tierras asturianas no fue un adiós sino un hasta pronto, despedida además que se hizo con la cabeza muy alta, como se despiden los equipos grandes.
Porque el CD Manchego no se mereció perder en el Román Suárez Puerta. Cierto es que disparó poco a puerta, pero también que durante muchas fases del encuentro dominó y sometió a un rival que propuso muy poco fútbol creativo y que tenía claro que su planteamiento era intentar coger a los de Ciudad Real en una contra, pese a jugar delante de más de 4.000 aficionados. Un planteamiento que le salió a pedir de boca gracias al gol de su capitán Natalio en el minuto 58, aprovechando, en posible fuera de juego, un rechace de Carlos Mena tras disparo de Claudio.
El tanto descentró al equipo dirigido por Patricio Graff, que apostó por revolucionar el once inicial con hasta cuatro cambios con respecto al partido de la primera vuelta, irrumpiendo en escena Ross, Kawecki, Spartalis y Hachi, colocando a estos dos últimos como dos rápidas puntas como estiletes de un bloque bajo y bien posicionado. Ya en la segunda parte aparecían en el campo los más habituales Peter, Salinas, Carlos Jiménez o el propio Juan Durán.
Lo intentó el Manchego hasta el final, y rozó el empate con un gran disparo en el segundo palo de Carlos Jiménez que enviaba a córner Álvaro, ya en el tiempo de descuento. Un saque de esquina que Milan Hilderink cabeceara fuera por muy poco, ante el alivio de los jugadores y aficionados asturianos, y la desesperación del centenar de fieles seguidores mancheguistas que acompañaron a su equipo. A todos ellos, UN MILLÓN DE GRACIAS POR ESTAR AHÍ.
Y aquí acababa la primera aventura del CD Manchego en la Segunda RFEF, después de una temporada con muchas adversidades y en la que equipo, cuerpo técnico, directiva y afición remaron hasta la orilla, manteniendo sus opciones de alcanzar el objetivo hasta el último minuto del segundo partido del play out. SI HAY QUE CAER, QUE SEA DE ESTE MODO, con la cabeza alta y orgullosos del trabajo realizado.
Y ENHORABUENA al Real Avilés Industrial, un digno rival que, por potencial deportivo, estadio y afición, tampoco se merecían el descenso. Gracias por el trato dispensado.
¡NOS VEMOS MUY PRONTO, SEGUNDA RFEF!
Desde ya, a trabajar en nuestro regreso.
FOTOS: REAL AVILÉS INDUSTRIAL