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Después de sumar su tercera victoria consecutiva tumbando al poderoso Toledo (1-0), el CD Manchego quiere más. Este sábado, desde las 16.30 horas, rinde visita el Municipal Ángel Luengo de Noblejas (Toledo) en busca de su cuarto triunfo consecutivo, en partido correspondiente a la jornada 14 en el Grupo XVIII de la Tercera RFEF. Un encuentro que va a dirigir el colegiado Samuel Carrasco Hervás.

Y el Manchego no se conforma, quiere más, porque necesita seguir sumando de tres en tres para continuar con su particular escalada en la clasificación, con la zona de play off como claro objetivo. El equipo que dirige Daniel Giménez está atravesando su mejor momento de juego y resultados y quiere aprovechar esa inercia para mantener la buena racha, basada en su solvencia atrás, con solo un gol encajado en los cuatro últimos partidos.

Con la baja segura por sanción de Nacho Mayo, el conjunto de Ciudad Real se enfrenta a un recién ascendido que, aunque su puesto en la tabla es modesto, decimosexto con 10 puntos, se está mostrando como un equipo muy correoso en las últimas jornadas, en las que ha enlazado una meritoria victoria en Villarrubia (2-3), un empate en casa ante Socuéllamos (0-0) y la semana pasada una derrota por la mínima en Villarrobledo (1-0). «Noblejas tiene un campo muy grande, con jugadores muy potentes en el uno contra uno. Lo que hace, lo hace bien, alternando juego asociativo con juego más directo», analizaba el entrenador mancheguista, que augura «un partido muy difícil, ante un rival al que cuesta meter goles en su casa, y que juega con un gran ambiente a favor». Noblejas baja sus números como visitante, siendo el tercer equipo más goleado de la competición con 21 tantos en contra. Como local ha ganado un partido, empatado tres y perdido dos.

Dani Giménez le ha pedido al equipo que «sigan disfrutando, creciendo y ganando», y rechaza haber hecho números de aquí al parón navideño, con el único objetivo de «ganar en Noblejas», sin pensar en la posterior visita del Pedroñeras ni en ese esperado derbi en Puertollano para despedir el año: «Pensar a futuro es malo, y creernos más de lo que somos, también».