Pocas veces antes un empate ha tenido tanto sabor a victoria. El CD Manchego ha realizado una épica defensa del liderato ante el CD Toledo (1-1) en un partido en el que se quedaba con un hombre menos por expulsión directa de Bamba al tercer minuto de juego. Desde ese momento y hasta el 97′, más el descuento de la primera mitad, los de Ciudad Real tuvieron que multiplicar su esfuerzo y su fútbol ante uno de los mejores equipos de la categoría, segundo clasificado.

Y no solo lo hizo solo para defenderse, sino que por momentos fue mejor que su rival, sometiéndolo en la segunda parte en una espectacular comunión con la grada del ‘Poli’, con 2.000 aficionados coreando el ‘sí se puede’. Y se pudo.

Pese a disponer de las dos mejores oportunidades de la primera mitad, con un disparo alto de Pliego en una inmejorable ocasión, y un lanzamiento de Fran Duarte a la madera, era el visitante Friaza el que adelantaba a los imperiales en el minuto 16, poniendo el 0-1 en el marcador, con el que se llegaba al intermedio. En el minuto 27, Cristian Paulucci se veía obligado a replantear la estrategia y sacaba del campo a Gonzalo para ocupar la banda izquierda con Diego Aguirre.
En la segunda mitad solo hubo un equipo que quiso buscar puerta, el CD Manchego, mejor que su rival pese a esa inferioridad numérica. Tras una buena parada de Cheikh, José Ramón firmaba una preciosa asistencia para que el ‘pichichi’ Pliego colocara el balón en la escuadra de la portería toledana (minuto 65). Gol del empate y la grada del ‘Poli’ que rugía con fuerza, ante un CD Toledo amedrentado.

Aunque el árbitro ‘perdonaba’ la segunda tarjeta amarilla, y la consiguiente expulsión, al visitante Brunet, los de Ciudad Real no cesaban en su magnífico derroche físico y mental, pese a seguir con uno menos en el campo, e incluso rondó el gol de la victoria.

Al final, empate en el marcador, lo que mantiene al CD Manchego como líder en solitario una semana más. Un punto que sabe a victoria, en una fría tarde de sábado en la que el calor de la afición ayudó para que se pudiera vivir un partido épico de los azules. No se ganaron los tres puntos, pero sí se ganaron cosas mucho más valiosas, dentro y fuera del campo, en un día en el que el mancheguismo salía muy reforzado.

